Imaginar mil formas de volar no significa que vayas hacerlo, soñar con mil ciudades no te hace ver que quizás la más tuya la tengas a tan solo segundos, anhelar los kilómetros que fundan la distancia sin saber que no hay nada que separe recuerdos.
Promesas que duran horas y memorias que se quedan por años; ilusiones tontas en cabezas cuerdas; regresos que te hacen pensar más de la cuenta. Personas que creen conocerte y aún no saben como es esa sonrisa tuya después de un abrazo, o ese brillo verdoso después de haber llorado durante horas disimulado con la sonrisa más amarga que recuerdes.
Las apariencias engañan, el amor ciega, ilusionarse duele... Y yo, yo soy la misma con mil vueltas al mismo círculo, a la misma rutina, la de querer y seguir en el mismo sitio, en el de hace ya demasiados recuerdos.
Pd. Todo ha dado demasiadas vueltas; último aviso y las palabras ya no vuelan.