Una vez leí que para mantenerse vivo, hace falta motivarse sin motivo, sonreírle a la vida cada mañana por poco que el Sol brille, y aunque sea un rato como dice un gran Leiva ser feliz cada día, y hacer un trato tú, yo y quien quiera hacer la vida un poco menos jodida, más nuestra, más irónicamente feliz.
Porque hoy tan solo pido decir adiós cuando lo necesite, y ser capaz de decir hasta aquí llegué y no más. Porque hoy me pregunto que te cuesta decirme vale, mientras pienso en que vendrá, soñando con los aviones de papel que un día tiré y nunca regresaron, imaginando como sería la vida si yo no hubiera estado aquí y sí allí, si yo hubiera volado con cada nota de esa canción..
Pero aquí seguimos, contando los recuerdos olvidados; sintiendo los adiós sin despedida; bailando con cada Eme que ha sonado.
Y mientras la pequeña brisa revuelve mi inestable flequillo y el olor a primavera cada vez se aleja un poquito más, decido divorciarme del mundo, crear el mío propio donde me caeré mil y una veces más pero donde me levantaré contra todo pronostico, cumpliré cada meta que me proponga sin ninguna escusa, haré que lo difícil parezca simple, haré creer que soy capaz de comerme el mundo hasta que sea capaz de hacerlo. Pero al menos por ahora me divorcio del mundo viendo como pasan los minutos entre los dulces recuerdos.
Cabeza bajo tierra y mi cabeza junto con los recuerdos volando; el aire dándome en la cara haber si así reacciono y sigo, pero lo único que hacen es dar vueltas a lo mismo de nuevo, y son tantas cosas que consiguen marearme más si cabe.. Palomitas y película, mis noches de insomnio; Colacao caliente y buen libro para un tarde un poco menos fuerte que la anterior; pero hoy tan solo me queda mi #Aftertherain y hundirme un poco más cada vez que me dicen que puedo, porque hoy me siento una tonta que no sabe lo que tiene, pero que todo le pesa demasiado.
Pd: Caer y levantarse, buena teoría; difícil la práctica.
Que hoy me dijeran estas palabras me hizo parar un poco la música, mirar como caían las gotas por la ventana y darme cuenta de que si soy como soy, y de que si he llegado donde estoy ahora es porque pude contar con sus abrazos un Lunes a las ocho y veinticinco de la mañana, y sus llamadas una fría y nostálgica tarde de Otoño; con unos amigos capaces de sacarme una sonrisa incluso cuando veías negro el día más soleado del años. Y puede que hoy sea grande para algunas personas, y para otras sea una simple amiga más pero con que un buen amigo me diga gracias cuando no puede más, solo con eso estaré a su lado por siempre porque al fin y al cabo en eso consiste la vida, en los pequeños detalles.
Porque a la montaña se llega paso a paso; porque lo bueno no es llegar a la meta si no seguir en tu camino con esfuerzo, con amistad y con algo más importante aún, la felicidad.
y si hace falta dejaré por escrito en el agua que un día mis lágrimas dejaron ir, que nunca más abandonaré nada porque tan solo lo que se persigue, se alcanza; que de los errores se aprenden pero no son una escusa barata para justificar, si no para corregir, seguir y saber superar; que si verdaderamente te quiso volverá y con él todos los buenos recuerdos; porque después de cada casualidad hay un poco de azar, suerte y destino pero detrás de cada oportunidad están el miedo, la lucha y el respeto, que lo único que te hacen es no dejarte amar a los que defenderías contra todo y contra la nada, contra el blanco y contra lo negro, contra el mundo y contra ti misma. Porque son ellos, tu pequeño mundo.
Y la vida al fin y al cabo es un ciclo, en el que te toca decidir si juegas o esperas, si te lanzas y ganas o esperas a nosabesqué pero que piensas que será todo mucho y más mejor. Al fin y al cabo llega un punto en el que, decides volver con eso que llaman nostalgia y que tanto me visita últimamente, de la mano de los recuerdos y en el subconsciente el jodido presente que te llama, del que intentas huir, en el que te ahogas, lloras y vuelves a reír.
Hoy me di cuenta de que echo de menos, demasiado: que me agobio demás; que soy indecisa a más no poder; y menos madura que nadie. Porque hoy me siento como la típica niña tonta que todo quiere, pero que de todo se cansa y luego vuelve a echar de menos, la típica niña tonta que todo quiere y que de todo se enamora..
Porque por muy madura, por muy persona que parezca sigue habiendo ese trocito de rebeldía, desorden, niñez, estupidez en mi cabeza, en mi corazón, que no te permite avanzar tan solo reflexionar y ver como todo pasa, como todos siguen, y tú si que siendo la típica niña tonta que.. La típica niña tonta que quiere un mundo mejor, porque este se le quedó pequeño, y no se conforma.
