Y aquí estamos en un viernes entre Lunes y Domingo, con risas apagadas y miradas perdidas, esquivas, sin destino fijo ni rumbo decidido, deambulando por la calle de las perdiciones y maldiciones, recores y melancolía, sonrisas y lágrimas... Vaya, lo de todos los días en los que la distancia se me hace un poco mas distante, lejana, dura; en los que la felicidad parece que poco a poco se difumina y comienza a desaparecer; días en los que el futuro lo ves un poco distinto, más negro, menos vivo, más real.
Pero mientras todo esto sucede, yo sigo aquí enter pena, pañuelos y mi melancolía, que ya se sabe todos y cada uno de mis problemas porque cada día me acompaña, allá donde me lleva la simple corriente que hace susurar a los ríos#
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